Nos sentaremos juntos fente almar y de tu mano podré caminar

martes, 6 de septiembre de 2011

¿Sabes?

¿Sabes? Te odio. Te odio porque te quiero. Te odio porque haces que sea capaz de olvidarme que estoy enfadada contigo si te abalanzas sobre mi y me das un beso. Te odio porque se me corta la respiración cada vez que me abrazas, y no porque hagas fuerza. Te odio porque soy incapaz de negarte nada si me miras a los ojos. Pero aun así, me encanta. Me encanta cuando me dices guapa esperando a que te llame idiota, me encanta que haces planes sin sentido, me encanta que me digas que me quieres cuando te vas a dormir, me encanta cuando me abrazas porque estoy triste, me encanta la mirada lasciva que pones cuando quieres algo y sabes que terminarás consiguiéndolo, me encanta tu manera de gruñir cuando piensas que llevas razón, me encanta el último beso que me das antes de irte, aunque odie ese momento.
Te odio también porque por tu culpa a veces me quedo embobada mirándote y te ríes de mi, y me dices que estoy empanada, y luego me pides que te diga que te quiero. Te odio porque en lugar de eso, las palabras que salen de mi boca adquieren una forma extraña y acaban siendo un tyeruiepwu. Supongo que te hace gracia, y eso lo odio. Aunque me encanta la sonrisa que te sale. Para qué mentirte, te quiero más que te odio. Incluso me hace gracia cuando me pongo roja cada vez que te acercas a mi cuello o me coges las manos. Ten claro que cada palabra del tipo tyeruiepwu equivale a un te quiero. Seguro que nunca te lo habían dicho así.